SAN LORENZO DE LOS
ALTOS
(ORIGENES)
San Lorenzo de los Altos o simplemente Los Altos, tiene entre
otros, el privilegio de ser la primera reducción de cuantas se hicieron en Paraguay y Rio de
la plata en los siglos XVI y XVII. Los franciscanos Alonso de San Buenaventura
y Luis Bolaños, después de realizar diversas experiencias en la conversión de
los indios guaraníes a lo largo de cinco años, ya en las cercanías de Asunción,
o bien Rio arriba entre los ríos Jejuí e Ypané, en las inmediaciones de las
actuales San Pedro y Concepción, “catequizando y bautizando y quitando las
supersticiones y abusos” a los naturales, determinan hacer una reducción. Las
circunstancias dieron lugar a establecer en la cordillera, concretamente en Los
Altos. Eso ocurría en el año 1580, es el año en el que coinciden los
historiadores.
Con ser el origen “de este primer esbozo de población” –
primera reducción – tan remoto, no es, sin embargo “mero recuerdo o simples
muros a restaurar” sus edificios, como se ha dicho de otros pueblos posteriores
con toda razón. Los Altos, con más de 400 años de existencia, cuenta ahora con un
notable historial de sobrevivencia que se perpetúa; en la actualidad Altos, o
bien “Terraza del país” como le denominan, es reconocido entre los pueblos
importantes de la Cordillera del Paraguay.
Un audio-visual, realizado en colaboración entre
Francisco Corral, Margarita Durán y los Franciscanos, confirma, que Altos tiene
el honor de ser la primera reducción del Paraguay y dice textualmente: “en Altos se dio inicio a la evangelización
de los guaraníes en forma sistemática y permanente mediante su agrupamiento en
una población estable”. Y concluye: “Aquella primera reducción permanece en
su lugar de fundación, a unos 40 kilómetros de Asunción y mantiene el trazado
urbano típico de los pueblos franciscanos con una plaza central y el templo en
medio de la misma”. (1)
Gracias a las cuatro informaciones más valiosas, que
declararon en 1618, testificado a favor de los evangelizadores franciscanos de
la primera, hecha a partir de 1575, podemos conocer, no solo el derrotero de
los dos misioneros Alonso y Bolaños por las tierras guaraníes, sino que también
podemos aproximarnos con bastante precisión a los lugares de ubicación de
varias de las reducciones, e incluso de las fechas de su erección. (2) Pedro
Ovelar, uno de esos informantes, refiriéndose a ese origen del pueblo de Los
Altos escribe: “Los primeros que
hicieron reducciones en eta tierra fueron los dichos padres fray Alonso y fray
Luis y la primera fue la que dicen de Los Altos” (3). Raúl Molinas
asegurará enfáticamente, luego de varios estudios sobre el tema: “Esta habría sido, pues, sin duda alguna, la primera reducción que se estableció en
Paraguay”. (4) Se da como año histórico de su erección 1580. (5)
Francisco Saldivar, otro de los testigos de la misma
información, ofrece algunas razones que les impulsaron a los franciscanos fray
Alonso de San Buenaventura y fray Luis Bolaños a esta implantación de
reducciones, y aduce que: “Para tener más
comodidad para predicar y doctrinar a los naturales hizo una reducción de un
partido de ellos, que hoy llaman Los Altos seis leguas distante de esta dicha
ciudad, donde dice este testigo que juntó, según ha oído decir, 300 o 400 indios de donde atendía a las demás doctrinas”.(6)
Los otros testimonios completan destacándose, “visto que los españoles se iban
acercando a los Indios a hacer estancias y que aquellos estaban divididos por
parcialidades, para acudir a las necesidades que se ofrecían hicieron de un
partido de ellos una reducción en la parte que hasta hoy en día está en el
pueblo que llaman de Los Altos”.(7)
¿Qué números de indígenas participaron en esa primera
reducción? A cerca de ellos hay una acotación que hace Margarita Durán, que
sitúa las cifras en su verdadera realidad. Después de asentar que con gran
sacrificio y esfuerzo los religiosos pudieron reunir unos 300 o 400 indios, que
es cuanto afirma Felipe Franco, dice que: “a ese guarismo hay que añadirle dos
o tres personas más por indios, sumando así 1.000 a 1.500 indios, por cuanto
que aquel dato solo correspondería a las personas en edad productiva”. Y anota
el otro lugar, con la reducción de Los Altos los indios se dieron libres de los
perjuicios que causaba a sus sembradíos el ganado de los españoles, pero no,
sin embargo, de los encomenderos que los tenia bastante a mano, para
trasladarlos a Asunción al servicio de sus intereses(8), es decir del servicio
personal o las encomiendas.
Sobre la oportuna creación de las reducciones como
alternativas validas, Pedro Hurtado ofrece una reflexión a partir de la
situación a la que debieron enfrentarse los indios ante los conquistadores: “si los dichos fray Alonso y Luis Bolaños
que fueron los primeros que entraron a esta provincia y los demás que después
vinieron no hubieran comenzado a hacer las reducciones y predicado a los indios
para sacarlos de su gentilidad hasta hoy en día es cosa infalible estuvieran
por hacer y los indios se hubieran menos cavado e ido siempre a menos por las
continuas rebeliones y alzamientos que han tenido los españoles y los
conquistadores lo han querido reducir a hierro y fuerza de armas que ha sido
causa de muchas muertes lo cual se ha escusado con la predicación de los dichos
frailes a los cuales los dichos indios aman y quieren mucho más que a otros”.(9)
Participaron otros elementos de apoyo en la investigación
reduccional de Altos. D. Pedro de Sierra, dirá por ejemplo, que fue: “por huir de la inquietud que podían tener
como por la comodidad mejor para predicarlo y doctrinarlos”. (10) Como se
comprenderá, la cristianización era una prioridad insoslayable en la reducción,
aunque también contará, y no poco, la adaptación a la civilización del modelo
de la conquista.
Hay que reconocer, que las reducciones no fueron solución
total y sin resquicio a los atropellos y planes de la conquista y que hasta
tuvieron derivaciones negativas, no favorables para los reducidos en no pocos
casos. Hay constancia de ellos, y también de que Bolaños fue consciente de esas
limitaciones y otros desgastes, intromisiones abusivas e incluso maltratos de
los encomenderos, que él y los frailes que los acompañaban trataban de impedir
y subsanar de algún modo. De hecho sabemos que en las reducciones inmediatas,
habiendo ingresado ya en la vocación franciscana los dos primeros guaireños,
Gabriel y Juan Bernardo, estos harán vida en la reducción. La permanencia de
los frailes será estable, por ejemplo en Itá y Yaguarón, lo que parece ser
claro índice de querer enmendar esos déficit, a los que hemos hecho alusión, y
el sufrimiento que soportaban los indios alteños de parte de los
conquistadores.
En ese tiempo y en circunstancia de esta primera fundación,
hay que tenerlo en cuenta, tan solo se hallarían en la misión paraguaya Alonso
y Bolaños, quienes sin casa y sin que otros frailes los acompañara, pues que no
los había, andaban ellos solos de un lado para otro urgidos desde varios
flancos de donde reclamaban su presencia y su doctrina. Los documentos hablan
de que una vez establecida la reducción de Altos, a caso un año o dos después (1582),
ante la alarma de maltratos y rebeliones en la zona de Jejuí e Ypané, donde
había unas siete u ocho poblaciones, se fueron allí, Alonso y Bolaños a llevar
la paz y a predicarlos. (11)
En Itá y Yaguarón, que son las reducciones inmediatas (1585-1587),
o segundas fundaciones de Bolaños, la presencia del franciscano doctrinero, ya
sea de Gabriel o de Juan Bernardo, será casi permanente. Así mismo, se habla en
los documentos, de que a partir de 1598 estaban ya en la reducción de Itá,
también fray Alonso Velázquez y Juan de Córdoba. Ese mismo año de 1598 o 1599,
al realizarse, la primera ordenación numerosa de Sacerdotes seculares por parte
del franciscano paraguayo Mos. Hernando de Trejo y Sanabria - era Obispo en
Tucumán-llegado a Asunción a visitar a su madre María, por determinación del
Obispo Vásquez de Liaño, Altos le fue
encomendada a un miembro del Clero nativo (aun desconocemos el nombre del
Sacerdote), al igual que para Yaguarón, fue nombrado Fernando de la Cueva.
Desde los orígenes, es lo presumible, Altos tuvo como titular
del templo y patrono de la reducción al diácono San Lorenzo. Al menos la
tradición así no los ha conservado. Con datos de archivo, sin embargo, resulta
difícil saber en que momento se le asignó este santo protector. Entre las
presunciones estaría, que la fecha de la erección de la reducción fue el 10 de
agosto, o sea en el día del santo. Más aun descartar la hipótesis citada, mi
inclinaría por pensar que también en la mente de los fundadores franciscanos
pudo haber otras motivaciones. Una de ellas se puede fundamentar en el hecho de
que Luis Bolaños en esa época era todavía diácono
– ordenado tan solo de evangelio -, y no es de extrañar que por esa razón, le
tuviera al diacono San Lorenzo una devoción singular, y fuera incluso su
protector particular. Por lo que, su maestro y superior en la misión fray
Alonso, le obsequio la erección de esa reducción de Altos poniendo como patrono
al máximo exponente de los diáconos de la iglesia, San Lorenzo. Es una simple
conjetura, que me parece razonable.
Los cuidados de Alonso y Bolaños en los Altos no fueron
prolongados, lo que no quiere decir que no fueran profundos; las huellas
impresas en variedad de expresiones muestran que aquel paso de Bolaños y Alonso
calo muy adentro la vida de los alteños. Pedro de Sierra, habiendo andado por
allí en varias ocasiones, dirá en 1618: “que
ha estado en la dicha en la dicha de
la reducción muchas veces y que ha visto a los indios y niños bien impuestos y
en la doctrina que los dichos padres les dieron”. (12)
Años después, en 1616 llego de visita Hernandarias de
Saavedra a esta reducción y “ordenaba la
construcción de una iglesia cubierta de teja. Así mismo repartió por primera
vez estancias a los indios para la crianza del ganado para comprobar si se
arraigaban e incorporaban definitivamente a la civilización”. (13)
Fray
José Salas ofm
(Esta es una breve reseña de los
orígenes de Los Altos con fundamentación
histórica que lo hace verdadera memoria)
(1)
Audio-visual Las misiones franciscanas en Paraguay: fotografía de Francisco
Corral. Letra de Margarita Durán, financiado por los franciscanos. Año: 1985.
(2)
MILLE, Andrés. Crónica de la Orden Franciscana en la conquista del Perú. Paraguay y del Tucumán y su convento del Antiguo
Buenos Aires. 1612 – 1800, EMECE editores,
Buenos Aires, Documento X. Págs. 397 – 422. Archivo General de Indias Sevilla.
Charcas 147.
(3)
MILLE op. cit. pág. 418 CALZADA MACHO, Isidoro, Paí TUCU, Biografía
de fray Luis Bolaños. Ediciones franciscanas, Asunción, 1975 pág. 161.
(4)
MOLINA, Raúl, las primeras reducciones Franciscanas y Jesuíticas. La enprme
gravitación de Hernandarias de Saavedra en sus fundaciones y legislación,
Buenos Aires, 1948 pág. 17
(5)
NECKER; DURÁN ESTRAGO; OTRO: MOLINA
(6)
Ídem, op. Cit. Pág. 413
(7)
Ídem, op. Cit. Pág.400, también 405.
DURAN ESTRAGO, Margarita, San José de Caazapá. Un Modelo de Reducción Franciscana,
Editorial.
(9)
MILLE, op. Cit. Pág. 403. Testimonio del Capitán Pedro Hurtado.
(10) Idem, op. Cit. Pág.405.
(11) MILLE, op. Cit. testimonia Pedro de Sierra: “Después
que los dichos padres tenían a los dichos indios (de Altos) bien doctrinados y
dándose a entender nuestra Ley cristiana, sabiendo que los indios de Rio arriba
estaban sin doctrinar, alterados y revelados… fueron sin escolta ni compañía de
españoles y se metieron entre los indios de aquel distrito cuarenta leguas
desde la ciudad… “pág. 405.
(12) MILLE, op. Cit. Pág. 405.
(13) MOLINA, Raúl. A. la Obra Franciscana en el Paraguay y Rio de la
Plata. Missionalia Hispánica. Año XI, 1954, pág. 343